Una de las grandes inquietudes que por lo general surge en los pacientes a la hora de iniciar un tratamiento de ortodoncia es: ¿qué tipo de brackets, entre las distintas opciones, es más conveniente de usar? Con el paso del tiempo los diferentes tipos de brackets han ido cambiando y evolucionando, los modelos se diseñan pensando en que cada vez sean menos visibles, más prácticos, pequeños, mucho más estéticos y de materiales livianos.

Tipos de brackets, diseños que se moldean a tu boca

No todos los tipos de brackets se pueden colocar en cualquier persona, cada diseño cumple con ciertas características que le permiten adaptarse a las necesidades de cada paciente.

B.métalicos: El más convencional y común de todos. Están hechos de acero inoxidable y actualmente son más cómodos. Se colocan en la parte frontal del diente y se unen a través de arcos de metal.

B. cerámicos: Por estar hechos de materiales transparentes (porcelana, zafiro), son los favoritos de muchos a la hora de pensar en un tratamiento de ortodoncia lo menos visible posible. Requieren de mucha más higiene.

B. Autoligables: Son también metálicos. No requieren de elásticos para mover el diente, sino que usan una pinza que le facilita al arco metálico ayudar al diente volver a su posición. Por generar menos fricción sobre el diente, acortan el tratamiento.

B. linguales: Se colocan en la parte posterior de los dientes, lo cual los hace invisibles y estéticos. Actualmente su diseño es más confortable y pequeño para no generar molestias en la lengua.

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